¿Te atreverías a presentar tu proyecto empresarial sin usar las 30  palabras mágicas?

Ya seas Fundador o Emprendedor…si tienes menos de 35 años, ¿te atreverías a presentar tu proyecto empresarial sin utilizar las 30 palabras mágicas?

Utilizamos las palabras, no tanto por lo que significan, cuanto (1) por el sentimiento que generan y (2) porque su uso comporta una idea de pertenencia a un colectivo, a un grupo.

Así es, hay palabras que contienen un sentimiento implícito favorable. Predicar de alguien que es emprendedor, ingenioso, creativo, innovador o que tiene “talento”, es un halago más que una descripción. Quizás, tras el abuso, ahora ya ni eso.

Y hay palabras que predican de la pertenencia a un grupo. Algortimo, Ecosistema, Disruptivo, Métrica, Escalabilidad… Si España generara tantos algoritmos como aseguran los menores de 35 años en las presentaciones de sus proyectos, los israelitas serían unos pobres aficionados. Si todas las empresas españolas que aseguran trabajar con “Big Data” realmente lo hicieran, seríamos la envidia de Silicon Valley.

Las Palabras Mágicas

Por el abuso de esas palabras, nos atrevemos a preguntar… ¿Serías capaz de renunciar al uso de estas palabras? ¿Que quedaría de tu propuesta? ¿No has pensado que tu proyecto llamaría más la atención si además es interesante?

Veamos, hagamos una prueba …

(1) Renunciemos por un momento a palabras como “algoritmo” “ecosistema” “entorno” “disruptivo” “aceleradora» “escalable” “replicable” “métrica” “monetizar” “sobrevalorado” “empoderamiento” “transversal” “digitalización» y de combinaciones de palabras como “añadir valor” “modelo de negocio”

(2) Ahora eliminemos también estos anglicismos: “Startup” “big data” “coworking” “crowdfunding” “fundraising” “pitch” “demoday” ”tag along” “drag along” “business angel” “venture capital” “seed capital” “early stage” “payback” “inbound” “outbound»

(3) Ahora eliminemos los siguientes (…) acrónimos  “ROI” “TIR” “SEO” “SEM” “KPI” ”VAN””EBITDA”

No pretendamos ser exhaustivos. No buscamos eso. ¿Qué queda?

España está viviendo, como en muchos países del mundo, el auge de los autónomos. Pero sería bueno que la originalidad, además de la idea, de residir en el proyecto, comenzara por la presentación del mismo.