29.07.2017
De Abogados y Taxistas (2) Abogacía Low Cost
De Abogados y Taxistas. Así titulabamos una entrada anterior ( https://www.ilpabogados.com/de-abogados-y-taxistas/) en referencia a la situación que se vive en la abogacía española. Abogacía Low Cost, Abogacía como commodity … Y con ese título seguimos una serie…
Mariano Rajoy: “Lo siento mucho, pero las cosas son como son y no como a uno le gustaría que fueran”
18 palabras que encierran una gran verdad. Lo peor que sucedió el pasado 26 de julio no tuvo nada que ver con el Caso Gurtel. No tuvo nada que ver con Mariano Rajoy. No tuvo nada que ver con la corrupción. La gran verdad que encierran las palabras de Mariano Rajoy es cómo tratan (por lo general) los Jueces a los Abogados. Y cómo lo hacen ante la pasividad del Consejo General de la Abogacía y de los Colegios de Abogados.
El Presidente del Tribunal, Don Angel Hurtado, trató con tanta displicencia y severidad a los abogados, como con indulgencia y benevolencia a Mariano Rajoy. Los apercibimientos a Rajoy – que los hubo – incorporaron todos ellos, una contención, una cuasi-disculpa, un tono melifluo, que además de inusual, contrastaron con el trato a los abogados en general y a uno de ellos en particular.
Cualquiera de los abogados que lean estas palabras sabe lo que viene después de que “un testigo” se permita la arrogancia de contestar sonriente a la pregunta de un Letrado “No parece un razonamiento muy brillante”. Y todo ello, sin perjuicio de si la pregunta es brillante o una “solemne jilipollez”. Cualquiera de los abogados que lean estas palabras sabe lo que viene después de que “un testigo” se permita el sarcasmo de contestar a pregunta de un Letrado: “Creo que se equivoca usted de testigo”.
Esto nada tiene que ver con Mariano Rajoy.
No critico a Mariano Rajoy. Muy al contrario, admiro lo bien parado que supo salir de un momento delicado. Mariano Rajoy se comportó como le dejaron comportarse. Mariano Rajoy actuó durante su declaración con inteligencia, con prudencia en un primer momento y con la socarronería que tan brillantemente utiliza, cuando advirtió cuáles eran “las reglas del juego” de ese momento tan formal. No es que le permitieran decir, pues en los Tribunales se escuchan cosas mucho peores. La gravedad está en como fueron tratadas. Si uno escucha el video donde se reproduce la declaración [Y quien dude de lo que aquí se dice, que revise este video … https://www.youtube.com/watch?v=oav9O-Lz4-M] advertirá que en cuestión de segundos, el apercibimiento a Rajoy es tan tenue, como seguidamente áspero lo fue con el Letrado que interrogaba.
Cuando el “señor testigo Rajoy” (habitualmente “testigo” (por cierto) y no “señor testigo”) contesta a otro Letrado «No sé si se ha equivocado de testigo» el presidente apercibe – casi disculpándose – a Rajoy. Cuando el letrado (molesto por la respuesta y hace constar su protesta por considerarla «impertinente» y añade «Yo creo que confunde su papel aquí», el Magistrado se vuelve hacia el Letrado, elevando considerablemente el tono de voz: «¡¡¡señor letrado!!!».
Entretanto, el Consejo General de la Abogacía Española se dedicaba a las cosas importantes de la abogacía, Efectivamente, el CGAE aprovecha en Marbella para organizar el 13º Congreso de la Abogacía Malagueña que se celebrará en Octubre.
¿Y esto por qué sucede? ¿Quizás porque el Magistrado aspira a una plaza en el Tribunal Supremo?. No, no seamos ingenuos. Más allá de los deseos íntimos del Presidente de la Sala, que desconozco, el Magistrado se comportó con los Letrados, como es habitual en la Magistratura. Y no porque los Jueces consideren inferiores a los Abogados (que probablemente lo seamos), sino sencillamente, porque los abogados se lo permitimos.
Ya lo dice el “señor testigo”: “Lo siento mucho, pero las cosas son como son y no como a uno le gustaría que fueran”. Nos tratan como nos tratan, porque sencillamente, nos dejamos.