El Oro de Irán

¿Irán y el oro?. Pensaran que me he equivocado. Querrá decir Irán y el petroleo. Lo del oro era de Moscú.

Pues no. Quería decir Irán y el oro. Y es que la antigua Persia se ha convertido en el actor que genera mayor inestabilidad en el Golfo con su política de intromisión en la vida de sus vecinos y su carrera nuclear. Y el oro es el activo que con mas fuerza se revaloriza cada vez que hay lío en Oriente Medio. Vean el siguiente gráfico.

Ya  ven. En cuanto las cosas se ponen feas en los países árabes el oro se dispara. Incluso con mayores alzas que el barril de petroleo.

Lo del petroleo es natural. El golfo Pérsico cada vez representa un menor porcentaje del total de la producción de crudo del planeta. La irrupción hace décadas de las prospecciones marinas y la mas reciente del fracking ha reducido la importancia del petroleo árabe y de la Opep. De hecho, los Estados Unidos son hoy en día el primer productor mundial y casi se autoabastecen.

Lo del oro no me lo parece tanto. Será porque, en caso de guerra, los humanos pensamos que podemos esconderlo hasta que toque recuperarlo y nadie nos lo podrá confiscar. Lo cierto es que, ya sea en forma de lingotes, joyas o monedas, desde el inicio de los tiempos el oro se ha visto como un activo capaz de mantener valor.

Mantenerlo es posible, crearlo no parece. O por lo menos comparativamente. Miren este gráfico con los retornos de distintos activos de inversión en los últimos cien años. Como ven el oro no resulta muy rentable.

Mejor los sellos o el vino. Este último, llegado el caso, se lo pueden beber. De los diamantes mejor no hablar. Una buena excusa para no comprar.