¿Es la Democracia el menos malo de los sistemas políticos?

Todos hemos oido la frase “La democracia es el menos malo de los sistemas políticos”. Es una frase que refleja el hecho de que la democracia no es perfecta y que, los ciudadanos, no siempre somos capaces de elegir a los mejores gestores de lo público.

En mi modesta opinión, los que hemos vivido bajo un régimen democrático en este país durante los últimos cuarenta años debemos pensar, a tenor de la mejora de calidad de vida que hemos experimentado, que la democracía ha sido una bendición. Sin embargo no es así.

Miren el siguiente gráfico que refleja la opinión de los ciudadanos sobre como funciona la democracia en su país.74% de los ciudadanos encuestados en España no están satisfechos con como funciona la democracia. Una de las peores notas a nivel mundial. Incluso Venezuela sale mejor.

A mi me parece muy preocupante. No solo supone poner el foco en el corto plazo de una manera miope y no elevar la mirada mas allá. También podría resultar en toma de decisiones basadas en visiones populistas, como creo que empezamos a observar.

Es evidente que esta insatisfacción con la democracia se debe a la falta de confianza en los gobernantes que elegimos. Así lo señala la misma encuesta. Miren este otro gráfico.Solo el 17% de los encuestados en España tienen algo de confianza en el gobierno. Si analizamos el resto de países la calificación puede contener algun sesgo cultural. Como ven, los peores resultados se dan en el sur de Europa y Latinoamérica.

Por otra parte, también puede tener que ver con los medios de comunicación. Si no, ¿como interpretan el que un 29% de los venezolanos confien en su gobierno y un 67% de los rusos?. Solo puede ser debido a la mentira de los medios. O mienten aquí o mienten allá o, con mayor probabilidad, mienten en ambos sitios.

Estos datos invitan a la reflexión. Quizas debiéramos ser mas ponderados en nuestras opiniones y no creernos todo lo que leemos. Puede ser que eso nos llevara a tener algo mas de confianza en los que elegimos y buscar gobernantes con espíritu de gestores de lo público.