25.05.2019
Fin de semana en Londres-Myfair
Londres en términos de calidad culinaria no es de las ciudades estrella del planeta, pero ha mejorado bastante en los últimos años. Lo que seguro que no resulta es barato, sobre todo en el barrio de Mayfair, uno de los mas elegantes, si no el más, de la capital británica.
Mayfair tiene una muy amplia y muy lujosa oferta de restauración que incluye varias estrellas Michelin, pero también sitios informales donde se come muy bien, incluyendo algún pub.
Para cenar el viernes elgimos el NAC (North Audley Cantine) un bistro moderno y cuco en la calle del mismo nombre. Mas agradable en la sala de arriba, aunque abigarrada, que en la de abajo, más cómoda. Cena de picoteo muy agradable y con platos meritorios. Nos gustó especialmente un entrante de queso halloumi frito con miel, que repetimos, y el plato de cordero. Hay que pedir como acompañante su versión de mac&cheese con aroma de trufa. Muy recomendable. Fuimos cuatro y salimos a 30 libras barba excluyendo bebidas.
La comida del sábado la hicimos en Streetxo, el restaurante hermano de Diverxo que Dabiz Muñoz ha abierto en Old Burlington Street. A juzgar por el aforo no le va muy bien la experiencia al conocido chef. La sala, que muestra una inversión potente. Muy moderna, colorida, con vistas a la amplia cocina, si bien algo incomoda. El servicio es, en su mayoría de origen español, al igual que los comensales. Atento y amable, aunque desorganizado y con un ritmo muy desigual. La comida de picoteo y sorprendente, aunque no muy destacable. Lo que mas nos gustó fueron los dumplings pekineses, pero en general hay muchos sitios en Madrid donde se come mejor y mas barato. Salimos a unas 45 libras cada uno sin incluir bebida. No le auguramos mucho futuro.
Cenamos en uno de los múltiples locales del afamado Gordon Ramsay, el Heddon Street Kitchen en la calle del mismo nombre aneja a la famosa y comercial Regent Street. Nos temíamos lo peor, un restaurante de chef famoso en zona comercial. Sin embargo, la cena resultó muy agradable. Un local bastante oscuro pero lujoso, cómodo y muy buen servicio. La comida bastante agradable, especialmente las Lamb cutlets. Además, no es muy caro, unas 35 libras barba excluyendo bebida.
Para la comida del domingo dejamos lo, a priori, mejor. El afamado y estrellado Hakkasan de la calle Bruton. Fue una cierta decepción. Nos centramos en los clásicos, dim sum y pato pekines. Agradable pero no diferencial. Y bastante caro, 65 libras per capita.
Visto lo visto hubiéramos hecho mejor comiendo en The Windmill, un laureado pub en la calle Mill donde tomamos una sidra antes de comer y pudimos ver como servían todo tipo de “pub grub” incluyendo unas magníficas “pies” con las que se nos hacia la boca agua.