11.10.2019
La vida es pendular
El Socialismo … y por qué la vida es pendular
Tuve un profesor universitario que repetía la frase del título constantemente. Se refería a que, en temas políticos, sociales y de convivencia, las ideas extremas van y vuelven y, con el tiempo, volvemos a revivir lo pasado después de repudiarlo apenas unas décadas antes. Se trata de un proceso natural que trata de purgar los excesos cometidos en la adopción radical de un modelo que, como un péndulo, progresa hacia el extremo contrario hasta llegar al tope, momento en que vuelve hacia el otro lado.
Lo vivimos habitualmente con la regulación o con los impuestos y es muy probable que lo sigamos viviendo en los próximos años. Les sorprenderá si les comento que en el año 1918, hace un siglo, la tasa marginal máxima del impuesto sobre la renta en Estados Unidos era del 77% o que, hoy en día, en Noruega, paradigma de la igualdad, es del 45%, la misma que en España. Tanto Estados Unidos como Suecia han vivido ciclos pendulares en tasas impositivas a lo largo del tiempo.
Pero no vamos a hablar de impuestos. Vamos a hablar de capitalismo y socialismo, porque también las doctrinas socioeconómicas sufren ciclos pendulares. A pesar de eso, seguramente ninguno de ustedes conciben a los Estados Unidos como un lugar donde las ideas socialistas puedan germinar.
Vean el siguiente gráfico proveniente de una encuesta hecha en los Estados Unidos este año por la organización Pew research center.
Curiosamente los menores de 30 años tienen mas o menos la misma simpatía hacia el socialismo que hacia el capitalismo. Evidentemente los mas mayores no ven con tan buenos ojos las ideas socialistas y siguen abrazando el capitalismo de acuerdo con la educación recibida durante la guerra fría.
Y es que pocos se acuerdan de que en 1912 el candidato del partido socialista, Eugene Debs, alcanzó un 6% de los votos en las presidenciales americanas. En aquel tiempo este partido tenía bastantes representantes electos en instituciones locales y ayuntamientos.
La llegada de la gran depresión hizo que muchos pensaran que había llegado el momento del socialismo en Estados Unidos pero la habilidad del partido demócrata en el manejo sindical lo condenó al ostracismo. El new deal de Roosevelt los acabó de enterrar y, años mas tarde, el Macarthismo, en mitad de la guerra fría, convirtió al comunismo y al socialismo en temas tabú en Estados Unidos.
Pero el péndulo siempre vuelve
Hace cuatro años, en las elecciones primarias del partido demócrata, el declarado socialista democrático, Bernie Sanders, consiguió el 43,1% de los delegados para ser designado candidato. Al final Hillary Clinton fue la candidata pero el aspirante socialista estuvo cerca.
En la actuales primarias, según las seguimiento de las encuestas que hace la página web Realclearpolitics, el favorito es Bidden con el 30% de los votos. Segunda es Elisabeth Warren con el 21% y tercero el socialista Sanders con el 18%. Sin embargo en caso de querer apostar su dinero, al acudir a las casas de apuestas verán que la favorita, por gran distancia, es Warren. ¿Por qué?
Si Warren es la favorita es porque se supone que los votos de Sanders van a acabar siendo suyos al ser los candidatos con ideas mas cercanas. Warren no es socialista, de hecho de joven perteneció al partido conservador. Sin embargo hoy en día se le considera una populista de izquierdas y defiende posiciones que Sanders lleva propugnando años como la seguridad social universal, mas impuestos a las grandes corporaciones, mayor regulación de los gigantes tecnológicos, etc.
Ya ven, la sucesora de Trump podría tener un deje socialista.
No tengan dudas. Nuestros nietos volverán a leer a Marx. ¿Será porque para acercarnos a tasas de desigualdad similares a las que tenemos hoy en día en los países desarrollados hay que remontarse un siglo?