14.01.2017
¿Le van a hacer un Corbyn al PSOE?
En Septiembre de 2015, Jeremy Corbyn (tras la dimisión de Milliband) derrota a los otros tres candidatos a liderar el laborismo. Un año después el laborismo británico y el PSOE, están caminando hacia lo que parece un suicidio. Ya se sabe, en la derrota… “cuchilladas”
Seguro que ustedes saben lo que “coloquialmente” se conoce como “hacer un Hannover”. Sí, aquello que el famoso Ernesto de Hannover, marido de Carolina de Mónaco entonces, hizo en la boda del actual Rey de España.
Ausentarse de la ceremonia religiosa e ir directamente al fiestón. En su caso lo hacía, según la canellesca, por una tremenda resaca producto de la víspera (hangover en inglés para mayor cachondeo). No me digan que no les da ganas de hacerlo en la mayoría de los BBCs (Bodas, Bautizos y Comuniones) a los que les invitan. A mí sí.
Ahora hay otra frase de moda, “hacer un Corbyn”, que es lo que el binomio Pedro Sanchez y Pablo Iglesias parecen pretender hacer al PSOE. Antes de entrar en lo que significa hacer un Corbyn, empecemos por analizar las similitudes entre el PSOE y el Partido Laborista Britanico.
En Mayo 2010, en mitad de la tormenta de la crisis, el partido Conservador británico gana las elecciones, sin mayoría absoluta, para gobernar 5 años. La mayoría de los comentaristas auguran que, con la dureza de medidas que hay que tomar, Cameron no repetirá gobierno. En 2015 vuelve a ganar, esta vez con mayoría absoluta. Algo parecido a lo que ha conseguido el PP en España con su victoria inicial de 2011 y las posteriores en 2015 y 2016, a pesar de un muy impopular mandato de medidas económicas.
Es verdad que ambos partidos conservadores han sido ayudados por la crisis de la Socialdemocracia en Europa. Pero no lo es menos que, tras la derrota, el laborismo y el PSOE, están caminando hacia lo que parece un suicidio. Ya se sabe, en la derrota … “cuchilladas”.
Tras la derrota del laborismo en las elecciones del 2015 se abrió una lucha por el poder que, de forma sorprendente, ganó en primarias el candidato de más edad y, a la vez, considerado el más izquierdista, Jeremy Corbyn. Compitiendo con otros tres candidatos, recibió el 59,5% de los votos de los afiliados. Más de 250,000 votos. Impresionante.
La élite del partido, temiendo un largo periodo de travesía del desierto, similar a la que se inició cuando eligieron a otro insigne miembro de la izquierda radical, Michael Foot, y se autoinfligieron 18 años de oposición, se propuso echar a Corbyn. A los pocos meses de su elección, y acusándolo de no defender suficientemente el Bremain, propusieron una moción de confianza en el Grupo Parlamentario donde votaron en contra de Corbyn 172 diputados laboristas por 40 a favor.
Hubo que ir de nuevo a primarias. Corbyn volvió a ganar con casi el 62% de los votos, más de 310,000. Como ven diferente opinión de las bases y las élites del partido. ¿Les suena la historia?.
Ahora bien, lo que no les he contado es que, entre mayo y septiembre de 2015, mientras los candidatos a las primarias hacían campaña, los afilia- dos al Partido Laborista crecieron en más de 115,000. Entre la primera y segunda elección en primarias, crecieron en otros 85,000. ¿Se les ocurre a quién votaron mayoritariamente los nuevos miembros?.
Corbyn había hecho sus deberes de antemano, reclutando votantes de izquierdas con ganas de movilizarse a través de la web en una página llamada momentum. En cuanto se presentó a las primarias, lanzó a toda esa masa a afiliarse para poder votar.
¿Por cierto, han visto la página www.sanchezcastejon.es?. Pues eso.
Pues ya saben lo que es “hacer un Corbyn”. ¿Qué se apuestan a que, llegadas las primarias del PSOE, la dirección pretende limitar el voto a los afiliados con menos antigüedad?.