Pruebas gastronómicas en Madrid

Octubre no ha resultado tan prolífico como septiembre en visitas a nuevos restaurantes, aunque si hemos aprovechado para visitar algunos abiertos antes de verano y otros que no frecuentábamos hace tiempo:

• Gran Café Santander:

Ultima apuesta del grupo Cañadio en Madrid en el amplio local de la plaza de Santa Barbara que mantuvo el afamado café del mismo nombre durante muchos años. Local sobrio y luminoso y servicio con ganas de agradar. Clásicos como rabas, gambas gabardina o merluza a la rula junto a algunas novedades. En nuestra opinión el resultado es inferior al de la Maruca o la Primera y, por supuesto, al de Cañadio y la Bien Aparecida. Por eso no creo que volvamos.

• Lettera y Manzini:

Dos trattorias que llevan ya un tiempo abiertas. La primera en la calle de la Reina, al lado de Gran Vía y la segunda en Chamartín, recién mudado de su viejo local de Chamberí. Esta con carta y local amplios y Lettera con ambas propuestas mínimas, centrándose en la pasta. A mí me gusta mucho mas Lettera., especialmente su Carbonara, la pasta me resulta mucho mas autentica y no echo de menos las pizzas.

• Dsncaja:

Dejamos de ir hace años porque en su afán por empujar al comensal a sus menús nombrados con obras de Julio Verne redujo la carta al máximo. Así que cuando acabó con el menú el rayo verde (el ejecutivo) pasamos de ir. Recientemente, con unos amigos, hemos tenido la oportunidad de volver y disfrutar de su buena cocina. Ha ampliado mucho la carta, ahora resulta muy fácil pedir la comanda, y sigue ofreciendo magníficos platos de caza. Aplaudimos con las orejas.

• Dani Brasserie:

La no tan nueva apuesta de Dani Garcia en el hotel Four Seasons en la que resulta imposible reservar. Bonito local con magnifica terraza, aunque resulte algo abigarrado. Carta amplia con varios de los platos emblemáticos de su Chef. Servicio esmerado y rápido. La comida está muy bien pero no enamora y el precio un pelín subido. Hay sitios mejores y más baratos para comer en Madrid con menos problemas de reserva, pero se come bien, se ve y se es visto.

• Picones de Maria:

Lleva abierto un año, pero tal fue la fama que cogió que era imposible conseguir una reserva a horarios razonables. Por fin lo conseguimos. Sala que dice mas bien poco, aunque las ventanas abiertas ofrecen una brisa agradable. Carta limitadísima que condiciona mucho la comanda. Servicio amable, quizás en exceso prolijo en sus explicaciones. La comida buena, pero no soberbia ni innovadora. Resulta algo caro. Comida agradable, no inolvidable

• Barracuda MX:

También lleva tiempo abierto, desde que cerro Punto MX. Formato muy informal con una carta de taquerías a la que añaden un par de platos estrella. La decoración a mí me gusta poco y las sillas me resultan incomodas. Servicio atento, pero poco profesional en algunos detalles. Los tacos son buenos y variados. De los dos platos estrella me gustó el tuétano y no la lubina que pasa por ser el “plato estrella”. Si les apetece un día comida mexicana y no les importa pagar un poco más es un buen sitio.