09.01.2018
Represión policial y votos
Con motivo de las imágenes difundidas por los medios y las redes sociales sobre la represión policial del referéndum del 1 de octubre en Catalunya, un buen amigo mío, castellano leonés, sentenció: “Catalunya ya se ha ido”. Alguna figura pública hizo declaraciones en esa linea, Jordi Évole: “Los que idearon este plan para evitar el referéndum, igual no saben que lo que han provocado es que hoy Cataluña se vaya definitivamente.”
Los políticos, sin ser tan taxativos, si mostraban su preocupación, así Jose Bono decía que había sido el dia mas triste de su vida política, mientras el Lehendakari Urkullu hacia un llamamiento para que no fuéramos al precipicio.
Casi todos pensamos ese día que los hechos acaecidos iban a tener un fuerte impacto en el apoyo a la independencia. De hecho, algunos datos anecdóticos indicaban que, las imágenes de la mañana, lograron acercar por la tarde a las urnas a catalanes que no pensaban hacerlo.
Hoy, tres meses y unas elecciones autonómicas más tarde, podemos empezar a entender los efectos. ¿Qué datos tenemos para estudiar su influencia sobre las elecciones del 21D y sobre el deseo de independencia?. Aún pocos, pero dan ciertos indicios.
Solo conozco un estudio que correlacione los efectos del 1 de Octubre con las elecciones del 21D, aunque hay alguno más en proceso.
Manuel Bagues publica en el blog económico Nada es Gratis un interesante post en el que analiza la evolución en abstención y en voto independentista, en las elecciones catalanas del 21D, de las mesas electorales donde hubo represión el día del referendum y los compara con aquellas donde no lo hubo.
Las conclusiones son razonablemente significativas según la estadística e indican que, en los colegios electorales donde hubo violencia, la evolución de votos independentistas fue un 0,43% mayor que en el resto de mesas. Esta evolución se debió, no a un mayor número de votos independentistas en estas mesas, sino a una mayor abstención. Es decir, en las mesas donde hubo violencia los electores fueron mas remisos a acudir a votar a partidos no independentistas.
Dicho eso, en las encuestas sobre los deseos políticos de los catalanes se puede ver un importante cambio de tendencia en ese periodo. Miren este gráfico. Procede del barómetro de opinión política del centro de estudios de opinión de la Generalitat de Catalunya. Se hace tres veces al año. La pregunta a la que se refiere el gráfico es:
¿Quiere que Catalunya se convierta en un Estado independiente?Es evidente el cambio de tendencia en la encuesta realizada entre el 16 y el 29 de Octubre del año pasado cuando se alcanza el máximo histórico de deseo de independencia en la serie.
El mismo efecto se puede observar en este otro gráfico de la misma procedencia. En este caso se pregunta sobre la mejor opción para la organización política de Catalunya. Vean el repunte el último trimestre de “Un Estado independiente”.Ninguno sabemos como va a acabar esto. Lo realmente increíble es que, tres meses después, nadie haya asumido responsabilidad, o al menos hecho autocrítica, sobre una actuación policial que, siendo muy legítima, nos dejó con dos millones de votos (cercano al máximo a que los convocantes podían aspirar) e imágenes de violencia policial contra pacíficos votantes (aunque algunas fueran falsas) dando la vuelta al mundo.
A mi me hubieran puesto de patitas en la calle por mucho menos que eso. ¿A ustedes?