Una patente en España, ¿protege en el extranjero?

Una patente en España ¿protege en el extranjero?

La adquisición de “Unidades Productivas” o de Compañías, contiene con frecuencia una incertidumbre.

No se pretende aquí ese estudio riguroso. Lo que aquí intentamos es llamar la atención y fijar las bases de lo que un asesoramiento jurídico específico requerirá en cada transacción.

Antes de entrar a determinar si una patente española protege la invención en el extranjero, quizás convenga aclarar ciertos conceptos básicos en relación con esta materia:

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¿Qué es una patente?

Una patente es un derecho exclusivo concedido por el Estado sobre una invención, durante un periodo de tiempo limitado (20 años) a cambio de su divulgación.

¿Cuándo es patentable una invención?

Para que una invención sea patentable, se requiere que la misma sea:

(i) Nueva,esto es, que no esté comprendida en el estado de la técnica;
(ii) Que implique una actividad inventiva. Esto es, que no pueda ser deducida fácilmente por una persona con un conocimiento medio del ámbito técnico
(iii) Y que sea susceptible de aplicación industrial. Es decir, que su objeto pueda ser fabricado o utilizado en cualquier clase de industria.

¿Cuál es el contenido del derecho de patente?

El  derecho de patente se configura como un derecho de exclusión. En particular, se configura como un derecho a prohibir a terceros que carezcan del consentimiento del titular de la patente a la realización de actos de explotación de la invención patentada.

¿Cómo se obtiene la protección que brinda el derecho de patente?

El derecho de patente es un derecho de naturaleza registral. Es decir, los efectos en que se concreta la protección jurídica de la patente nacen con la concesión administrativa de la misma. Esa concesión es la que causa la oportuna inscripción en el Registro de Patentes de la Oficina Española de Patentes y Marcas.

¿Cuál es el ámbito de protección territorial de la patente?

Se encuentra limitada al territorio del Estado que la haya concedido. Esto implica, por tanto, que una patente concedida en España no ofrecerá protección en el extranjero.

En aquellos países en los que el invento no esté protegido, el mismo se considerará de dominio público y podrá ser explotado por cualquiera libremente, de ahí la importancia de patentar en todos los países donde se pretenda comercializar la invención.

Resulta reseñable a este respecto, la Sentencia del Tribunal Supremo de 26 de septiembre de 1980. Esta Sentencia señala que, para que la titularidad por parte de una empresa norteamericana de dos marcas en Estados Unidos pudiese ser alegado con éxito en España,dichas marcas tendrían que haber sido inscritas como Marcas Internacionales. De esa manera resulta aplicable este mismo principio en el marco del derecho de patentes. Es decir, se obligaría a la empresa norteamericana a instar la inscripción de la patente en España. De esa manera podrá ser titular de la misma en nuestro país. Y ello porque, en caso contrario, su patente en Estados Unidos, podría pertenecer en España a otro sujeto. Ese sujeto  podría explotarla sin riesgo judicial alguno bajo derecho español.

¿Cómo se protegen las invenciones en el extranjero?

Tal y como ya se deduce, existen varias vías para la protección de una invención en el extranjero:

(i) Mediante la obtención de la correspondiente patente en cada uno de los países en los que se pretenda dicha protección.

(ii) Mediante la presentación, a través de la Oficina Española se Patentes y Marcas, de una solicitud en aplicación del Convenio sobre concesión de patentes europeas. Será necesario designar los países en los que se quiere obtener la protección (una vez obtenida la citada patente europea, la misma habrá de ser validada en cada estado designado mediante el pago de la tasa correspondiente y la presentación de una traducción de la patente al idioma oficial de dicho Estado).

(iii) Mediante la presentación, a través de la Oficina Española se Patentes y Marcas, de una solicitud internacional en aplicación del Tratado de Cooperación en Materia de Patentes. Se conoce como PCT. Es un sistema por el que la presentación de una solicitud única produce los mismos efectos que si dicha solicitud hubiera sido presentada en cada uno de los países. Obviamente en los países que forman parte del Tratado PCT. Y ello a través del que se unifica la tramitación previa a la concesión.

Conclusión

Las razones para patentar una invención pueden ser obvias (ventaja competitiva, mejora del rendimiento de la inversión, mejora de la capacidad para la obtención de financiación, etc.). No resulta, quizás, tan obvio el hecho, ya señalado, de que las patentes revisten carácter nacional. De ahí la importancia de que las mismas sean objeto de protección en todos aquellos territorios en los que se pretenda preservar su explotación. De esa forma se evita la desagradable sorpresa de que la inversión efectuada pueda ser libremente aprovechada por terceros. Y ello conllevaría la consiguiente pérdida para quien no sólo realizó el esfuerzo intelectual sino también patrimonial.